Diseño Curricular según Frida Díaz barriga nos menciona que el Curriculum tiene tres dimensiones
fundamentales que son:
-El diseño curricular.
-El desarrollo curricular.
-La evaluación curricular.
Diseño curricular
El diseño curricular puede entenderse como
una dimensión del curriculum que revela la metodología, las acciones y el
resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y organización de los
proyectos curriculares. Prescribe una concepción educativa determinada que al
ejecutarse pretende solucionar problemas y satisfacer necesidades y en su
evaluación posibilita el perfeccionamiento del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
El diseño curricular es metodología en el
sentido que su contenido explica cómo elaborar la concepción curricular, es
acción en la medida que constituye un proceso de elaboración y es resultado
porque de dicho proceso quedan plasmados en documentos curriculares, dicha
concepción y las formas de ponerla en práctica y evaluarla.
Tareas del diseño curricular
- Diagnóstico de problemas y necesidades.
- Modelación del Currículum.
- Estructuración curricular.
- Organización para la puesta en práctica.
- Diseño de la evaluación curricular.
- Diagnóstico de problemas y necesidades
Esta consiste en el estudio del marco
teórico, es decir, las posiciones y tendencias existentes en los referentes
filosóficos, sociológicos, epistemológicos, psicológicos, pedagógicos y
didácticos que influyen en los fundamentos de la posible concepción curricular,
sobre las cuales se va a diseñar el currículum
En general se explora la sociedad en sus
condiciones económicas, sociopolíticas, ideológicas, culturales, tanto en su
dimensión social general como comunitaria y en particular las instituciones
donde se debe insertar el egresado, sus requisitos, características,
perspectivas de progreso, etc.
Estos elementos deben ofrecer las bases sobre
las cuales se debe diseñar la concepción curricular. Debe tenerse en cuenta
también el nivel desarrollo de la ciencia y su tendencia, el desarrollo de la
información, esclarecimiento de las metodologías de la enseñanza, posibilidades
de actualización,
Estructuración curricular.
Esta tarea consiste en la secuenciación y
estructuración de los componentes que intervienen en el proyecto curricular que
se diseña. En este momento se determina el orden en que se va a desarrollar el
proyecto curricular, el lugar de cada componente, el tiempo necesario, las
relaciones de precedencia e integración horizontal necesarias y todo ello se
lleva a un mapa curricular, donde quedan reflejadas todas estas relaciones
. Esta tarea se realiza en todos los niveles
de concreción del diseño curricular aunque asume matices distintos en relación
a lo que se diseña. La secuenciación o estructuración está vinculada a la
concepción curricular ya que esta influye en la decisión de la estructura.
Organización para la puesta en práctica del
proyecto curricular.
Consiste en prever todas las medidas para
garantizar la puesta en práctica del proyecto curricular. Es determinante
dentro de esta tarea la preparación de los sujetos que van a desarrollar el
proyecto, en la comprensión de la concepción, en el dominio de los niveles
superiores del diseño y del propio y en la creación de condiciones.
Este trabajo tiene en el centro al alumno
para diagnosticar su desarrollo, sus avances, limitaciones, necesidades,
intereses, etc., y sobre su base diseñar acciones integradas entre los miembros
de los colectivos pedagógicos que sean coherentes y sistemáticas.
Diseño de la evaluación curricular
En todos los niveles y para todos los
componentes del proyecto curricular se diseña la evaluación que debe de partir
de objetivos terminales y establecer indicadores e instrumentos que permitan
validar a través de diferentes vías, la efectividad de la puesta en práctica
del proyecto curricular de cada uno de los niveles, componentes y factores.
Los indicadores e instrumentos de evaluación
curricular deben quedar plasmados en cada una de los documentos que expresan un
nivel de diseño, es decir, del proyecto curricular en su concepción más
general, de los planes, programas, unidades, componentes, etc.
NIVELES DE CONCRECIÓN DEL DISEÑO CURRICULAR
El primer nivel de concreción del diseño
curricular (Nivel Macro)
Corresponde al sistema educativo en forma
general; que involucra al nivel máximo que realiza el diseño curricular.
Es responsabilidad de las administraciones
educativas realizar el diseño curricular base (enseñanzas mínimas, indicadores
de logros, etc), el mismo debe ser un instrumento pedagógico que señale las grandes
líneas del pensamiento educativo, las políticas educacionales, las grandes
metas, etc; de forma que orienten sobre el plan de acción que hay que seguir en
los siguientes niveles de concreción y en el desarrollo del curriculum.
El segundo nivel de concreción del diseño
curricular (Nivel Meso),
Se materializa en el proyecto de la
institución educativa o instancias intermedias, el que especifica entre otros
aspectos los principios y fines del establecimiento, los recursos docentes y
didácticos disponibles y necesarios, la estrategia pedagógica, el reglamento
para docentes y estudiantes y el sistema de gestión
Entre sus objetivos están:
- Adaptar y desarrollar las prescripciones curriculares de la administración educativa D.C.B. a las características específicas del centro.
- Contribuir a la continuidad y la coherencia entre la actuación educativa del equipo de profesores, que ofrecen docencia en los diversos niveles educativos.
- Expresar los criterios y acuerdos realmente compartidos por el profesorado.
El tercer nivel de concreción del diseño
curricular es el Nivel Micro
Conocido por algunos autores como
programación de aula. En el se determinan los objetivos didácticos, contenidos,
actividades de desarrollo, actividades de evaluación y metodología de cada área
que se materializará en el aula. Entre los documentos que se confeccionan están
los planes anuales, unidades didácticas y los planes de clases.
PLANEACIÓN
Y PROGRAMACIÓN DEL CURSO
Tradicionalmente
los términos planeación y programación en el ámbito educativo, han sido
utilizados de forma indistinta, con la pretendida finalidad de servir de guía
para la práctica educativa del profesor y para organizar las diferentes
acciones didácticas que culminan en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin
embargo, no se debe perder de vista que el ejercicio de la planeación pretende,
entender en primer término, los aspectos cruciales de una realidad presente
para después proyectarla, diseñando escenarios de los cuales se busca
finalmente obtener el mejor provecho.
El proceso de la planeación en comparación a
la programación, hace referencia a un proceso mucho más amplio que abarca no
sólo los momentos didácticos o metodológicos del propio proceso de
enseñanza-aprendizaje, del diseño de escenarios de aprendizaje y su
correspondiente proyección; sino que incluye y contempla todo el conjunto de
acciones, intenciones de actitud y decisiones presentes en el contexto escolar.
Sin embargo, sería un error pensar que todo el esfuerzo de planeación ha
quedado concretado en el diseño de escenarios y, que la planeación, por tanto,
está limitada a un mero planteamiento del futuro esperado.
Dicho
de otra forma la programación es la consecuencia de la acción de planear. Un
plan cuyos objetivos no se traducen en estrategias específicas y consistentes,
representadas por acciones concretas, no es un verdadero plan. Por cada
objetivo se deben definir las acciones a realizar, anticipar los problemas por
resolver, priorizar sus soluciones, asignar recursos y responsabilidades, y
diseñar medidas de seguimiento que permitan no sólo evaluar el avance, sino
sobre todo volver a planear. Como podrá observarse ambos conceptos están
ineludiblemente entrelazados en una relación dialéctica, parafraseando a Martín
(1999) se puede decir que la planeación rige a la programación, la facilita, la
explica, la describe y la crítica, mientras que la programación replica la
planeación, la falsa, cuestiona la validez de la planeación y, a su vez, la
crítica. Ello deja claro que es un error pensar que ambos conceptos significan
lo mismo, sin embargo, también es claro que ambos con su propia especificidad
apuntan a un mismo objetivo.
Por otro lado habrá que entender que la
planeación didáctica debe estar significada por un verdadero sentido educativo
y no solo por la obligación del instrumento de control administrativo de la
enseñanza donde persiste la idea de una
correspondencia directa entre una buena planeación de la enseñanza y el
rendimiento escolar del alumno, donde lo que prima es el interés sobre la
eficiencia del proceso enseñanza-aprendizaje. El planteamiento anterior se basa
en el hecho de que desde una perspectiva de tipo eficientista, sería más que
suficiente observar las reglas para el diseño de una buena planeación o seguir
las recomendaciones de algún modelo, y dar por hecho que ello nos lleva
invariablemente a que el alumno aprenda, pero no se explica por qué o para qué.
Históricamente se ha visto que esta forma de trivializar el proceso planeación
didáctica, a lo sumo lo que garantiza, es un cierto grado de seguridad,
economía y eficiencia de la enseñanza. El docente debe ser consciente de su
labor educativa, haciendo de la planeación un momento de profunda reflexión con
sentido educativo. Decidir sobre lo que el alumno ha de aprender, exige
comprender el proceso de planeación como un proceso que eduque y no como un
proceso preescriptivo y estático.
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