sábado, 6 de abril de 2013

3.- DISEÑO CURRICULAR, PLANEACIÓN DE CURSOS Y SESIÓN DE CLASE DIARIA


Diseño Curricular según Frida Díaz barriga nos menciona que el Curriculum tiene tres dimensiones fundamentales que son:
-El diseño curricular.
-El desarrollo curricular.
-La evaluación curricular.
Diseño curricular
El diseño curricular puede entenderse como una dimensión del curriculum que revela la metodología, las acciones y el resultado del diagnóstico, modelación, estructuración, y organización de los proyectos curriculares. Prescribe una concepción educativa determinada que al ejecutarse pretende solucionar problemas y satisfacer necesidades y en su evaluación posibilita el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El diseño curricular es metodología en el sentido que su contenido explica cómo elaborar la concepción curricular, es acción en la medida que constituye un proceso de elaboración y es resultado porque de dicho proceso quedan plasmados en documentos curriculares, dicha concepción y las formas de ponerla en práctica y evaluarla.

Tareas del diseño curricular
  • Diagnóstico de problemas y necesidades.
  • Modelación del Currículum.
  • Estructuración curricular.
  • Organización para la puesta en práctica.
  • Diseño de la evaluación curricular.
  • Diagnóstico de problemas y necesidades

Esta consiste en el estudio del marco teórico, es decir, las posiciones y tendencias existentes en los referentes filosóficos, sociológicos, epistemológicos, psicológicos, pedagógicos y didácticos que influyen en los fundamentos de la posible concepción curricular, sobre las cuales se va a diseñar el currículum
En general se explora la sociedad en sus condiciones económicas, sociopolíticas, ideológicas, culturales, tanto en su dimensión social general como comunitaria y en particular las instituciones donde se debe insertar el egresado, sus requisitos, características, perspectivas de progreso, etc.
Estos elementos deben ofrecer las bases sobre las cuales se debe diseñar la concepción curricular. Debe tenerse en cuenta también el nivel desarrollo de la ciencia y su tendencia, el desarrollo de la información, esclarecimiento de las metodologías de la enseñanza, posibilidades de actualización,

Estructuración curricular.
Esta tarea consiste en la secuenciación y estructuración de los componentes que intervienen en el proyecto curricular que se diseña. En este momento se determina el orden en que se va a desarrollar el proyecto curricular, el lugar de cada componente, el tiempo necesario, las relaciones de precedencia e integración horizontal necesarias y todo ello se lleva a un mapa curricular, donde quedan reflejadas todas estas relaciones
. Esta tarea se realiza en todos los niveles de concreción del diseño curricular aunque asume matices distintos en relación a lo que se diseña. La secuenciación o estructuración está vinculada a la concepción curricular ya que esta influye en la decisión de la estructura.
Organización para la puesta en práctica del proyecto curricular.
Consiste en prever todas las medidas para garantizar la puesta en práctica del proyecto curricular. Es determinante dentro de esta tarea la preparación de los sujetos que van a desarrollar el proyecto, en la comprensión de la concepción, en el dominio de los niveles superiores del diseño y del propio y en la creación de condiciones.
Este trabajo tiene en el centro al alumno para diagnosticar su desarrollo, sus avances, limitaciones, necesidades, intereses, etc., y sobre su base diseñar acciones integradas entre los miembros de los colectivos pedagógicos que sean coherentes y sistemáticas.
Diseño de la evaluación curricular
En todos los niveles y para todos los componentes del proyecto curricular se diseña la evaluación que debe de partir de objetivos terminales y establecer indicadores e instrumentos que permitan validar a través de diferentes vías, la efectividad de la puesta en práctica del proyecto curricular de cada uno de los niveles, componentes y factores.
Los indicadores e instrumentos de evaluación curricular deben quedar plasmados en cada una de los documentos que expresan un nivel de diseño, es decir, del proyecto curricular en su concepción más general, de los planes, programas, unidades, componentes, etc.

NIVELES DE CONCRECIÓN DEL DISEÑO CURRICULAR

El primer nivel de concreción del diseño curricular (Nivel Macro)
Corresponde al sistema educativo en forma general; que involucra al nivel máximo que realiza el diseño curricular.
Es responsabilidad de las administraciones educativas realizar el diseño curricular base (enseñanzas mínimas, indicadores de logros, etc), el mismo debe ser un instrumento pedagógico que señale las grandes líneas del pensamiento educativo, las políticas educacionales, las grandes metas, etc; de forma que orienten sobre el plan de acción que hay que seguir en los siguientes niveles de concreción y en el desarrollo del curriculum.
El segundo nivel de concreción del diseño curricular (Nivel Meso),
Se materializa en el proyecto de la institución educativa o instancias intermedias, el que especifica entre otros aspectos los principios y fines del establecimiento, los recursos docentes y didácticos disponibles y necesarios, la estrategia pedagógica, el reglamento para docentes y estudiantes y el sistema de gestión
  
Entre sus objetivos están:
  •  Adaptar y desarrollar las prescripciones curriculares de la administración educativa D.C.B. a las características específicas del centro.
  • Contribuir a la continuidad y la coherencia entre la actuación educativa del equipo de profesores, que ofrecen docencia en los diversos niveles educativos.
  • Expresar los criterios y acuerdos realmente compartidos por el profesorado.

El tercer nivel de concreción del diseño curricular es el Nivel Micro
Conocido por algunos autores como programación de aula. En el se determinan los objetivos didácticos, contenidos, actividades de desarrollo, actividades de evaluación y metodología de cada área que se materializará en el aula. Entre los documentos que se confeccionan están los planes anuales, unidades didácticas y los planes de clases.




PLANEACIÓN Y PROGRAMACIÓN DEL CURSO

Tradicionalmente los términos planeación y programación en el ámbito educativo, han sido utilizados de forma indistinta, con la pretendida finalidad de servir de guía para la práctica educativa del profesor y para organizar las diferentes acciones didácticas que culminan en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, no se debe perder de vista que el ejercicio de la planeación pretende, entender en primer término, los aspectos cruciales de una realidad presente para después proyectarla, diseñando escenarios de los cuales se busca finalmente obtener el mejor provecho.
 El proceso de la planeación en comparación a la programación, hace referencia a un proceso mucho más amplio que abarca no sólo los momentos didácticos o metodológicos del propio proceso de enseñanza-aprendizaje, del diseño de escenarios de aprendizaje y su correspondiente proyección; sino que incluye y contempla todo el conjunto de acciones, intenciones de actitud y decisiones presentes en el contexto escolar. Sin embargo, sería un error pensar que todo el esfuerzo de planeación ha quedado concretado en el diseño de escenarios y, que la planeación, por tanto, está limitada a un mero planteamiento del futuro esperado.
Dicho de otra forma la programación es la consecuencia de la acción de planear. Un plan cuyos objetivos no se traducen en estrategias específicas y consistentes, representadas por acciones concretas, no es un verdadero plan. Por cada objetivo se deben definir las acciones a realizar, anticipar los problemas por resolver, priorizar sus soluciones, asignar recursos y responsabilidades, y diseñar medidas de seguimiento que permitan no sólo evaluar el avance, sino sobre todo volver a planear. Como podrá observarse ambos conceptos están ineludiblemente entrelazados en una relación dialéctica, parafraseando a Martín (1999) se puede decir que la planeación rige a la programación, la facilita, la explica, la describe y la crítica, mientras que la programación replica la planeación, la falsa, cuestiona la validez de la planeación y, a su vez, la crítica. Ello deja claro que es un error pensar que ambos conceptos significan lo mismo, sin embargo, también es claro que ambos con su propia especificidad apuntan a un mismo objetivo.



 Para Rotger (1980) planificar es la acción que conduce a la elaboración de un plan, el mismo autor añade que: “El término plan alude a un proyecto a realizar. En este proyecto escrito se suelen incluir, de una forma sistemática y ordenada, toda una serie de elementos y disposiciones que permiten un mejor desarrollo y consecución de los objetivos fijados”. Refiriéndose a la programación Rotger (1980) la define: “Como un paso más a dentro de la planificación llega el momento de precisar una serie de objetivos y actividades previamente anunciadas, tratando de ordenarlas convenientemente, temporalizarlas y secuenciarlas de acuerdo con unos criterios y dotándolos de unas estrategias complejas de acción, es la programación”. En tal sentido se puede establecer que la programación es una concreción de la planeación, siendo ésta última, un conjunto de acciones más amplias tanto en el tiempo como en la dimensión de los elementos que contiene. Dicho de otra forma planear es pensar el futuro y programar es pensar hacia delante. Así se establece que la planeación incluye la programación y ésta a la vez incluye las unidades didácticas.
 Por otro lado habrá que entender que la planeación didáctica debe estar significada por un verdadero sentido educativo y no solo por la obligación del instrumento de control administrativo de la enseñanza  donde persiste la idea de una correspondencia directa entre una buena planeación de la enseñanza y el rendimiento escolar del alumno, donde lo que prima es el interés sobre la eficiencia del proceso enseñanza-aprendizaje. El planteamiento anterior se basa en el hecho de que desde una perspectiva de tipo eficientista, sería más que suficiente observar las reglas para el diseño de una buena planeación o seguir las recomendaciones de algún modelo, y dar por hecho que ello nos lleva invariablemente a que el alumno aprenda, pero no se explica por qué o para qué. Históricamente se ha visto que esta forma de trivializar el proceso planeación didáctica, a lo sumo lo que garantiza, es un cierto grado de seguridad, economía y eficiencia de la enseñanza. El docente debe ser consciente de su labor educativa, haciendo de la planeación un momento de profunda reflexión con sentido educativo. Decidir sobre lo que el alumno ha de aprender, exige comprender el proceso de planeación como un proceso que eduque y no como un proceso preescriptivo y estático.



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